NUESTROS SABERES

     

     Nosotros viviendo en un medio de relaciones interactuamos con las otras personas y con nosotros mismos, así vamos  teniendo un cúmulo de experiencia vivida y esa información la pensamos y desarrollamos un auto diálogo, esto es, todas las ideas y conclusiones que vamos haciendo de lo que vivimos.

      Cuando llegamos a una conclusión acerca de alguna experiencia y tomamos una decisión, que nos gusta, o que nos trae problemas, en esa posición, decidimos como actuar con respecto a esa vivencia, así vamos formando significados y además vamos dándole valor a ciertas ideas, posiciones de vida y maneras de ver el mundo, aunque muchas veces no tenemos tan explícito lo que nos anima, nos motiva o le da sentido a nuestra vida.

    Todo ese conocimiento que vamos acumulado de lo que vivimos y reflexionamos, lo contamos a otros como explicaciones de lo que hacemos o nos lo decimos a nosotros mismos para darnos razones de lo pensamos y de como actuamos. Nuestra historia es la experiencia vivida vuelta memoria de lo vivido, de las posiciones y conclusiones a las que hemos llegado y que nos guían al actuar.

      En las relaciones que sostenemos con las demás personas y con nosotros mismos recibimos respuestas a nuestras acciones, pueden ser de aceptación, rechazo o descalificación. De dicha reacción a los que hacemos o decimos o a la posición que tomamos, vamos aprendiendo como los demás esperan que nos comportemos o nos comuniquemos y de ahí vamos aprendiendo a ser y a decidir lo que queremos hacer. Nosotros nos orientamos en la tarea de vivir por las conclusiones a las que llegamos en nuestra historia. Y ahí contenido en esa historia está aquello a lo que le damos valor y que es lo que nos motiva y le da sentido a lo que hacemos y como vivimos.

      Cuando se presenta un problema pareciera que todo lo hemos aprendido no está siendo suficiente para enfrentarlo y muchas veces lo que intentamos no es una solución, así es necesario distanciarse de ese problema para identificar sus efectos, para saber que nos dice que nos convence de tener miedo o de deprimiros. Cuando hablamos del problema viéndolo fuera de nosotros, esto es externalizándolo, podemos hacernos preguntas de ¿Cómo y cuándo aparece? ¿De cuál es la manera de hacernos pensar que nos invalide para actuar diferente? ¿De qué asociaciones de ideas nos cuenta que nos convence de seguirlo teniendo  en nuestra vida? Y tendremos que recuperar las veces que hemos ido más allá y logramos contenerlo y cambiar lo que hacemos.

     Cambiar la vida y aprender de nosotros mismos es el arte de reconocer nuestros conocimientos y saberes, por ejemplo ante una enfermedad como la diabetes, nos entra el miedo, el enojo y tomamos una posición de no querer aceptarlo y se sigue comiendo mal, con sedentarismo y sin ejercicio pues eso es estar del lado de la enfermedad.

     Por otro lado si la propuesta para estar bien y  mantenerse con calidad de vida, es el ejercicio y la dieta sana, tendríamos que ver como estamos viviendo la enfermedad y que es lo que más valoramos en la vida y como hemos enfrentado reto en el pasado, para ayudarnos a identificar lo que sabemos y está en nuestra historia, aunque nunca hayamos hablado de eso.

      ¿Cómo le hemos hecho en el pasado para vencer retos?¿Que nos ha ayudado a ser disciplinados y lograr metas? ¿Qué historias pudiéramos recordar de cuando hemos resuelto algún problema, que hayamos estado orgullosos de haber resuelto? Toda esa información está ahí en nuestra memoria de vida y ahora al recordarla podemos escoger que alternativas ya conocidas y que nos han funcionado y también podemos hacer visible aquello a lo que le damos valor y que nos hará luchar por nuestra vida.

      Reconocer nuestros SABERES es indispensable para tomar una posición creativa y responder ante los problemas para lograr cambiar la vida.